Charlie Chaplin
Reino Unido (1889 - 1977 )
Todos hemos visto alguna vez la figura de Charlie Chaplin en alguna película de cine mudo con su sombrero, su bigote y su bastón viviendo distintas peripecias. Sin embargo, su grandeza como artista fue mucho más allá de esta clásica imagen de él. Además de actor, era escritor, director etc. consiguiendo elevar el séptimo arte a una parte esencial de la historia del siglo XX.
Pero hay otro lado del artista que deseamos destacar; su extraordinario don para la música. Si bien no sabía leer y escribir una partitura (como otros grandes de la historia de la música. Recordemos al propio Irving Berlin o a los Beatles, entre otros). Fue un gran músico y sobre todo un gran compositor siendo autor de algunos temas que se han hecho inmortales y que después haremos mención. Recordemos un poco su biografía.
- Su infancia
- Su juventud
- El cine y la música
Charles Chaplin recordó que en su infancia su madre lo llevaba al teatro, donde él se paraba entre bastidores escuchándola a ella y a los demás actos de los espectáculos de music hall. En casa, en los tiempos más felices, lo entretenía a él y a su hermanastro cantando, bailando, recitando e imitando a otros artistas. Su primera aparición en el escenario fue a la edad de cinco años.
Aunque sin formación musical, Chaplin tuvo las ventajas de una herencia musical de su padre, un cantante de baladas, la dotación natural de un oído rápido y un excelente sentido del ritmo, un gusto por el arte, experiencia con él en el escenario y una devoción de un artista que amaba la música.
Cuando era niño, quedó cautivado por un extraño dúo de clarinete y armónica, con una melodía que luego identificó como la canción popular, «The Honeysuckle and the bee». Chaplin dijo: “Se tocaba con tal sentimiento que me di cuenta, por primera vez, de lo que era realmente la melodía”
En 1898, a los 9 años, comenzó su propia carrera en el music hall con una compañía de bailarines de zuecos juveniles, los Eight Lancashire Lads. Permanecería en el teatro, hasta que pudo incorporarse a la compañía de Fred Karno. Como estrella en ascenso con Karno, viajó a Estados Unidos en 1910 para recorrer los circuitos del vodevil. Stan Laurel, un compañero intérprete de Karno, recordó que, durante su gira por Estados Unidos en 1912, Charlie “llevaba su violín a donde podía”. Tenía las cuerdas invertidas para poder tocar con la mano izquierda y practicar durante horas. También compró un violonchelo y solía llevarlo con él. En esa época siempre vestía como un músico, un abrigo largo de color leonado con puños y cuello de terciopelo verde y un sombrero holgado. Chaplin escribió más tarde: “cada semana tomaba lecciones del director de teatro o de alguien que él me recomendaba. Tenía grandes ambiciones de ser concertista o de usar mi violín en un acto de vodevil, pero con el paso del tiempo me di cuenta de que nunca podría alcanzar la excelencia, así que lo dejé”.
El joven Chaplin pasaba gran parte de su tiempo libre entre espectáculos tocando melodías con el viejo violonchelo. A fines de 1913, Chaplin decidió permanecer en Estados Unidos y trabajar en películas.
En 1916 Chaplin creó su propia editorial musical y publicó dos temas “¡Oh! Ese violonchelo” y “Siempre hay uno que no puedes olvidar”, que fue un tributo musical a su primer romance.
Él dijo: “Imprimimos dos mil copias de dos canciones y composiciones musicales mías muy malas, luego esperamos a los clientes. Creo que vendimos tres copias, dos a peatones que pasaban por nuestra oficina al bajar las escaleras”. De hecho, la Charles Chaplin Music Company cerró sus puertas después de publicar tres canciones de Chaplin.
La música desempeñó un papel importante en sus largometrajes sonoros, que eran esencialmente películas mudas con música. Chaplin conseguiría un Óscar de la Academia por la banda sonora de ‘Candilejas’ (1952). Sin embargo, la película no se estrenó en Los Ángeles hasta 1972. Según las reglas de la Academia en ese momento, tuvo que esperar 20 años para ser nominado y a la postre conseguir la ansiada estatuilla.
En 1936 Chaplin estrenó la película; ‘Tiempos modernos’, una sátira a un mundo materialista donde la productividad y el dinero estaba deshumanizando a las personas. Él sería el guionista, director y autor de la música (la banda sonora de la película fue restaurada en el 2000 por Timothy Brock, quien dirigió las actuaciones de la Filarmónica).
Chaplin, que veía con cierta preocupación el final de la era del cine mudo, escribió en su autobiografía: “algo feliz del sonido era que podía controlar la música, así que compuse la mía. Deseaba hacer una música elegante y romántica.» Lo que, en más de una vez, lo llevó a pelear con sus asistentes musicales y arreglistas.
“Querían que la música fuera divertida”, escribió Chaplin. “Pero deseaba que la música fuera un contrapunto de gracia y encanto, para expresar sentimientos, sin los cuales, una obra de arte está incompleta”.
‘Luces de la ciudad’ (1931) se concibió originalmente como una película muda con música con efectos de sonido ocasionales. Esto cambió con las películas posteriores del artista; ‘Tiempos modernos’ (1936); ‘El gran dictador’ (1940) y ‘Monsieur Verdoux’ (1947). Las dos últimas películas sonoras con interludios musicales ocasionales y ‘música de fondo’ (se reeditó una partitura completa para la película; ‘La quimera del oro’ (1925).
La música de Chaplin era una parte integral de sus concepciones cinematográficas. El artista incluso dirigía la orquesta él mismo, durante las grabaciones, una razón más para que él se sintiera plenamente satisfecho del trabajo realizado para sus películas.
Chaplin dijo una vez
‘Trabajar es vivir, y me encanta vivir’, dijo Chaplin, cuando tenía 87 años. Murió en 1977. La música que compuso a lo largo de su carrera es un testimonio de su amor por el trabajo y por la vida.
Los grandes colaboradores
En el período mudo, era habitual encargar a arreglistas profesionales que idearan acompañamientos musicales adecuados para películas importantes. Estos generalmente se compilaron a partir de música publicada y se interpretaron en vivo con cualquier combinación instrumental que cada cine individual pudiera permitirse. Chaplin siempre se interesó por la música de sus largometrajes. Así hizo Chaplin en las partituras para ‘Una mujer de París’ (1923) con Fredrick Stahlberg. Y con Karli Elinor para ‘La quimero del oro’ (1925). Sin embargo, no sería sino hasta ‘Luces de la ciudad’ (1931) cuando completaría una partitura de larga duración. Arthur Johnston y Alfred Newman arreglaron y orquestaron la hermosa música de esta película.
David Raksin, trabajó con Chaplin como arreglista y orquestador para el film; ‘Tiempos modernos’ (1936). Raksin llegó a ser uno de los grandes compositores de la historia del cine, recordado especialmente por la banda sonora de la película; ‘Laura’ (1944).
Raksin habló de su relación con Chaplin; ‘Pasamos horas, días y meses en la sala de proyección, reproduciendo escenas y fragmentos de acción una y otra vez, y nos lo pasamos de maravilla dando forma a la música hasta que quedó exactamente como la queríamos’ (1983).
Chaplin conoció a muchas figuras musicales destacadas de su época, su autobiografía está salpicada de relatos de sus encuentros con Stravinsky, Caruso y otros.
- Música a través de su vida
- La banda sonora
- Años finales
En los años veinte Chaplin había grabado canciones como “Sing a song” y “With you, Dear, in Bombay”. Estas y otras sería utilizadas posteriormente en versiones sonoras como: ‘La quimera del oro’ (1925) que ya hemos comentado. Años después sucedería lo mismo en la película ‘El gran dictador’ (1940) con una canción titulada “Falling Star”, y tres temas en el film ‘Monsieur Verdoux’ (1947); “A Paris Boulevard”, “Tango Bitterness” y “Rumba”.
Chaplin había instalado un órgano de tubos en su mansión de Beverly Hills. Se dice que tocaba el instrumento durante horas seguidas. Al darse cuenta de la importancia del acompañamiento musical del cine mudo, Chaplin buscó que se reprodujera en todos los cines exactamente como él lo deseaba. Supervisaba las ‘cue sheets’ (listas de números a tocar, enviadas gratuitamente a todos los teatros que reservaban una película) de sus películas desde ‘El chico’ (1921) hasta ‘Luces de la ciudad’ (1931), cuando era posible tener la música grabada en la propia película. Entonces también era comercialmente conveniente reclamar al menos ‘música y efectos de sonido’ ya que a principios de los años treinta el cine mudo había sido reemplazado por el cine sonoro.
‘La quimera del oro’ se había estrenado en 1925 como película muda. Pero fue relanzada en 1942 con una narración de Chaplin y una partitura musical que compuso. Le siguieron ‘El Gran Dictador’ y ‘Monsieur Verdoux’. Más tarde, se complació en crear pastiches de canciones y actos de music hall para ‘Candilejas’ (1952), y luego escribió parodias de canciones de los años 50 para ‘Un rey en Nueva York’ (1957). Las letras de las canciones estaban llenas de humor y juegos de palabras.
La familia Chaplin dejó Hollywood en 1952. En su hogar en Suiza, Chaplin continuó desarrollando su amor y conocimiento por la música. Su hija Josephine tiene recuerdos nostálgicos de cómo, regularmente después de la cena, insistía en que se apagaran las luces y que la familia escuchara a la luz de las velas una grabación tras otra de música clásica.
Los archivos de la familia Chaplin contienen muchas cintas de audio de Chaplin trabajando en el piano, improvisando y tarareando mientras componía. Una vez dijo que incluso si no recordaba cómo sonaba una melodía, podía recordar el patrón que hacía en las notas en blanco y negro del teclado. Entre 1958 y principios de la década de 1970 compuso y grabó música para todas sus otras películas mudas de 1918-1928: ‘Armas al hombro’ (1918), ‘Vida de perro’ (1918), ‘Un día de juerga’ (1919), ‘Al sol’ (1919), ‘El chico’ (1921), ‘Vacaciones’ (1921), ‘Día de paga’ (1922), ‘El peregrino’ (1923), ‘Una mujer de París’ (1923), ‘El circo’ (1928). Muchas de sus canciones fueron éxitos, en particular las de ‘A Countess from Hong Kong’ cantada por Petula Clark a fines de la década de 1960. Y sobre todo; ‘Smile’, de la película; ‘Tiempos modernos’. Tema que ha sido grabado e interpretado por cientos de artistas, desde Nat King Cole hasta Michael Bublé, etc.
Timothy Brock y Charlie Chaplin
Timothy Brock, compositor y director, dijo que Chaplin era un afinador nato con verdadero talento para la composición. ‘Incluso si no sabía leer ni escribir música, las composiciones complejas y sofisticadas estaban completas en su cabeza. Su único problema era lograr que sus colaboradores entendieran y trasladaran al papel lo que él podía tararear o esbozar para ellos en el piano’. Chaplin recordó que, en su opinión, lo único feliz de la llegada del cine sonoro fue que ‘pude controlar la música, así que compuse la mía. Traté de componer música elegante y romántica para enmarcar mis comedias en contraste con el personaje del vagabundo, porque la música elegante les dio a mis comedias una dimensión emocional. Los arreglistas musicales rara vez entendieron esto. Querían que la música fuera divertida’.
Brock explica: ‘Para sus partituras, Chaplin fue ayudado por lo que él llamó un ‘asociado musical’. Esta fue una persona que, en diversos grados de participación, ayudó con la partitura y orquestación de sus composiciones. Chaplin tocaba el violín y el piano de oído, pero, como muchos de los grandes compositores populares de cualquier época, no podía transcribir las notas en papel. Sin embargo, por limitada que sea su capacidad para anotar su obra, casi todas las partituras tienen la indeleble marca de Chaplin. No importa quién sea el asociado, la estructura musical y el enfoque siguen siendo claramente suyos’.
Por ejemplo, como violinista, requirió que el músico de cuerda imitara su estilo de tocar y sus rasgos inequívocos están siempre presentes en los solos de violín extendidos en cada una de sus partituras. La mayoría de los solos de violín extendidos (y todas las partituras de películas de Chaplin los tienen) están escritos de una manera bellamente extraña, pero específica. Su escritura de cuerdas en general contiene un conjunto único de principios que revelan que era un compositor inclinado al sonido, y no a la afabilidad técnica’.
‘Después de ‘Luces de la ciudad’ (1931) Chaplin compuso las partituras de todas sus películas. Su escritura era tan específica del momento, tan estrechamente sincronizada, que uno casi puede seguir una película de Chaplin simplemente escuchando su partitura sin el beneficio de la imagen’.
Los herederos de Chaplin le pidieron a Brock, un especialista en música de cine mudo, que reconstruyera la partitura de ‘Tiempos modernos’, que contiene parte de la música más familiar que Chaplin haya escrito jamás. Su tema de amor más tarde recibió letra y se convirtió en la canción ‘Smile’, que tanto popularizó Nat King Cole.
‘Me invitaron a ir a París para ver estas cajas que no se habían abierto desde 1935’, recordó Brock. ‘Y los saqué y encontré una partitura de aproximadamente 45 cm. de espesor, y otras cuatro cajas de nada más que partes, todo en pedazos’.
Film Music Anthology
En el 2019 se recopiló una antología de la música del compositor Charlie Chaplin. Esta contiene los temas más relevantes de su filmografía. Entre ellos, de las películas más representativas. Merece la pena disfrutar de colección de maravillosa música del genio Charlie Chaplin.