El final de la película es muy emotivo, diría que hasta acongojante. Y hasta cierto punto una sensación de que debería haber acabado de otra forma. Pero así es la historia y eso es lo que enaltece más, si cabe, el final con la melodía de fondo.
La banda sonora de Sommersby se podría decir, en el mejor sentido musical, que es un oasis en medio de las composiciones que ha hecho, sobre todo con su amigo, el director; Tim Burton. Donde siempre hay cierto tono de excentricidad, como así parece transmitir Burton y el propio Elfman. Ver a Elfman en algunos espectáculos bien podría utilizarse el término showman, por lo que el calificativo para oasis, de esta partitura no es tan descabellado. Ahora solo te toca escucharla con atención y disfrutar de ella.