John Travolta
Estados Unidos (1954)
John Joseph Travolta no tardó en demostrar que tenía algo más que una sonrisa encantadora. Hijo de una actriz y cantante (Helen Cecilia Burke) y de un vendedor de neumáticos convertido en jugador de fútbol semiprofesional, creció en un entorno donde el arte y la disciplina eran dos caras de la misma moneda. El ritmo ya corría por sus venas.
Fue un autodidacta con formación actoral participando de joven en el teatro musical y producciones escolares. Abandonó los estudios a los 16 años para perseguir su sueño actoral en Nueva York. Su gran salto llegó en Broadway con el musical Grease, donde encarnó al rebelde Doody. Sí, antes de ser Danny Zuko en la gran pantalla, ya estaba peinándose con gomina sobre las tablas. Sus primeros trabajos musicales en vivo serían el preludio de una carrera donde el canto y el baile serían inseparables de su nombre.
Fue seleccionado como protagonista de ‘Fiebre del sábado noche’ por su carisma, baile y conexión con la música. Con apenas 23 años, se enfundó un traje blanco y se apoderó de las pistas de baile del mundo entero. La música de los Bee Gees no sería la misma sin sus movimientos.
Ese mismo magnetismo musical lo llevó a protagonizar ‘Grease’ (1978), uno de los musicales cinematográficos más importantes de todos los tiempos. Su dúo con Olivia Newton-John en “You’re the One That I Want” es uno de los más reproducidos en la historia del cine.
Algunas de las películas donde su participación musical es relevante:
- ‘Fiebre del sábado noche’ (1977)
- ‘Grease’ (1978)
- ‘Hairspray’ (2007)
- ‘Two of a Kind’ (1983)
- ‘Staying Alive’ (1983)

Ritmo y carisma
Su interpretación vocal ha sido esencial en varias bandas sonoras. Su voz, con tintes melódicos y suaves, ha sabido adaptarse desde el disco hasta los sonidos retro del rock & roll.
Interpreta con cuerpo y alma. Su voz tiene un timbre cálido y su interpretación está impregnada de energía escénica. En cada número musical, su fuerza está en la fusión entre movimiento, actitud y presencia.
En el terreno musical, se le asocia al disco, al rock de los 50, y a momentos suaves del pop. Su capacidad para transmitir alegría, sensualidad o melancolía a través del canto y la danza lo hace único.
Travolta marcó una época. ‘Fiebre del sábado noche’ no solo fue un éxito taquillero: redefinió el rol de la música en el cine comercial. Y ‘Grease’ hizo lo propio con el musical juvenil. Él personificó cómo un actor podía ser también cantante y bailarín sin perder credibilidad ni impacto. Su legado en la música de cine es doble: como símbolo de la era disco y como uno de los rostros más recordados del musical cinematográfico moderno. Sin él, las pistas de baile de Hollywood no habrían brillado igual.


Grease (1978)
Grease (1978) supuso una revolución musical en el cine al fusionar el rock and roll de los años 50 con una producción setentera vibrante y pegajosa. Su banda sonora, liderada por hits como “You’re the One That I Want” y “Summer Nights”, conquistó las listas internacionales.
La película rescató la nostalgia por la era dorada del rock juvenil, pero con una estética moderna y bailable. John Travolta y Olivia Newton-John se convirtieron en íconos musicales.
El filme ayudó a popularizar los musicales cinematográficos entre nuevas generaciones. Grease demostró que una buena mezcla de música, carisma y ritmo puede convertirse en fenómeno cultural.