Era un profundo admirador de Chopin, así como algunos compositores americanos, entre ellos George Gershwin. Lo que le permitió disfrutar de un abaníco grande de riqueza artística como autor de musicales, el score de bandas sonoras u orquestador y director.
Es cierto que su carrera estuvo muy vinculada a los musicales, pero también participó en algunas partituras de drama con gran sinfonismo.