Dickon Hinchliffe
Reino Unido (1967)
Dickon Hinchliffe es un compositor británico, multi instrumentista y miembro fundador de la banda Tindersticks. Su formación clásica en violín y su habilidad con instrumentos como la guitarra, el banjo y el piano han sido fundamentales en su carrera musical. Con Tindersticks, Hinchliffe contribuyó significativamente a los arreglos orquestales que caracterizan el sonido distintivo de la banda, participando en la grabación de numerosos álbumes y en giras internacionales.
Su incursión en la composición de bandas sonoras cinematográficas comenzó cuando la directora francesa Claire Denis solicitó a Tindersticks la creación de la música para sus películas ‘Nenette et Boni’ (1996) y ‘Trouble Every Day’ (2001). Posteriormente, Hinchliffe compuso la banda sonora de ‘Vendredi Soir’ (2002), también dirigida por Denis. Este trabajo inicial en el cine europeo sentó las bases para su transición a proyectos cinematográficos en Estados Unidos y el Reino Unido.
En 2004, Hinchliffe compuso la banda sonora de ‘Forty Shades of Blue’, dirigida por Ira Sachs, que ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance. Hinchliffe ha trabajado con diversos directores, aportando su estilo distintivo a cada proyecto.
La música de cine de Hinchliffe se caracteriza por su capacidad para crear atmósferas emocionales profundas y resonantes. Su formación clásica y su experiencia en la música popular le permiten fusionar elementos orquestales con texturas contemporáneas, adaptándose a las necesidades narrativas de cada película. Por ejemplo, en ‘Winter’s Bone’ (2010), por ejemplo, utilizó instrumentos tradicionales de la región de Ozark, como el violín, la guitarra, el banjo y la mandolina, tocados de manera única para reflejar el entorno rural y la lucha interna de los personajes.
En resumen, Dickon Hinchliffe ha desarrollado una carrera destacada como compositor de música para cine, aportando una sensibilidad que enriquece la narrativa audiovisual. Su habilidad para combinar influencias clásicas y modernas le permite crear partituras que resuenan profundamente con las historias que acompañan, consolidándolo como una figura influyente en el ámbito de la música cinematográfica.
Nunca es tarde para enamorarse (2008)
Harvey Shine (Dustin Hoffman) es un compositor de jingles publicitarios cuya carrera está en declive. Durante un viaje a Londres para asistir a la boda de su hija, Harvey descubre que ella ha pedido a su padrastro que la acompañe al altar, lo que lo hace sentir aún más desconectado de su familia. Afectado por este rechazo y las tensiones acumuladas, Harvey decide regresar a Nueva York inmediatamente después de la boda, solo para descubrir que ha perdido su empleo.
En el aeropuerto, conoce a Kate Walker (Emma Thompson), una mujer solitaria que trabaja recopilando encuestas en el aeropuerto y cuya vida social se limita a lidiar con su madre sobreprotectora. Un encuentro casual entre ambos se convierte en una conversación honesta que les permite compartir sus inseguridades y frustraciones. A medida que pasan el día juntos recorriendo Londres, Harvey y Kate descubren una conexión inesperada que les ofrece una segunda oportunidad para abrirse al amor y enfrentar sus miedos emocionales.
La banda sonora de Hinchliffe, se caracteriza por su sutileza emocional y su capacidad para complementar las dinámicas íntimas y los temas centrales de la película: el amor, la soledad y las segundas oportunidades.
La banda sonora se construye sobre una base orquestal ligera, dominada por cuerdas, piano y, ocasionalmente, instrumentos de viento. Este enfoque refleja la emotividad subyacente de la historia, que gira en torno a dos personajes que enfrentan sus propias inseguridades. Las cuerdas suelen emplearse para transmitir una melancolía suave, mientras que el piano aporta un carácter introspectivo que dialoga con los momentos de vulnerabilidad de los protagonistas, Harvey y Kate.
Hinchliffe utiliza melodías simples pero efectivas, reforzando el tono intimista de la película. En lugar de recurrir a grandes orquestaciones, su estilo minimalista permite que la música fluya orgánicamente, actuando como una extensión de los sentimientos de los personajes. Este enfoque evita manipulaciones emocionales obvias y, en su lugar, fomenta una conexión auténtica con la audiencia.
La partitura incluye varios temas recurrentes que representan los estados emocionales de los personajes. Uno de los motivos más destacados es el tema principal, que combina acordes cálidos de piano con un arreglo de cuerdas delicado. Este tema aparece en momentos clave, como cuando Harvey comienza a reconectar con Kate, reforzando la idea de un renacer emocional.
Otro motivo importante es el que acompaña las escenas de soledad de Harvey y Kate. Aquí, Hinchliffe utiliza un piano más pausado y solitario, destacando las barreras emocionales que ambos deben superar. Estos motivos se desarrollan a lo largo de la película, evolucionando en tonalidad y textura a medida que los personajes encuentran consuelo en su relación.
Banda sonora
- Opening Titles (0:48)
- The Brief Encounter (3:01)
- Parallel Lives (1:45)
- Kate (0:59)
- Taxi to the Airport (1:39)
- The Walk (4:08)
- Mother (0:43)
- Harvey Waits for Kate (1:16)
- Mean Son Of A Gun – Kitty Daisy & Lewis (2:37)
- The Thames (0:50)
- Somerset House (2:17)
- The Kiss (1:11)
- Room 522 (1:00)
- Kate Waits for Harvey (1:57)
- Last Chance Harvey (3:58)
- The End (1:56)
- Where Do We Go – Sandrine (2:46)
Departamento musical
El departamento musical estaba compuesto del siguiente equipo de personas, además de músicos solistas, músicos de la orquesta etc.
Compositor y orquestador | Dickon Hinchliffe |
Piano | Hal Cazalet |
Mesa de grabación | Gary Chester |
Orquesta | The Filmharmonic Orchestra Prague |
Supervisor | Michael Hill |
Supervisor | Jennifer Jesperson |
Director | Adam Klemens |
Editor | Nigel Stone |