Eleanor Powell

Estados Unidos (1912 - 1982)

La música que impulsó a Eleanor Powell sus deslumbrantes bailes de claqué merece un gran reconocimiento. La era de Powell, de mediados a finales de la década de 1930, fue la época dorada de los musicales de Hollywood. Y las bandas sonoras de sus películas eran una mezcla vibrante de melodías contagiosas, ritmos swing y orquestaciones innovadoras.

Powell no era sólo una bailarina. Su juego de pies complementó perfectamente las alegres y enérgicas partituras. Compositores como Lennie Hayton, Georgie Stoll y Roger Edens comprendieron el poder de la música para elevar las interpretaciones de Powell. Elaboraron partituras que eran a la vez pegadizas y sofisticadas, integrando a la perfección la danza y la música.

Hagamos un breve resumen de las películas emblemáticas de Powell y exploremos cómo la música dio vida a su magia de baile.

‘Nacida para la danza’ (1936). La música es de Cole Porter. Esta película estableció a Powell como una superestrella del claqué. La partitura de Lennie Hayton es una clase magistral sobre cómo impulsar la danza. Temas espectaculares como ‘Easy to Love’ y otras capturan perfectamente la energía lúdica de las rutinas de Powell. El uso de instrumentos de percusión como tambores y bloques de madera crea una base rítmica que complementa perfectamente su rápido juego de pies.

Eleanor Powell

‘Rosalie’ (1937). Con temas de Cole Porter, esta película presenta el legendario tema; ‘Night and Day’ que Porter compuso en 1934 y que interpreta la propia Powell. En el musical podemos ver una exhibición deslumbrante de la destreza técnica de Powell. El director musical, George Stoll dirige una obra divertida y caprichosa, con una melodía de xilófono que refleja los golpes en el suelo de madera. El uso inteligente de los cambios de tempo le permite a Powell mostrar el poder y los matices de su técnica.

‘Melodías de Broadway 1938’ (1937). Con la música de Nacio Herb Brown y la letra de Arthur Freed nos muestra. Esta película cuenta con números electrizantes. La música es una mezcla dinámica de swing y jazz, con una línea de bajo potente y metales metálicos que impulsan la enérgica rutina de Powell. Las divertidas letras de las canciones realzan aún más el ambiente alegre del baile.

‘Honolulú’ (1939). Música de Harry Warren y letras de Gus Kahn. Esta película lleva a Powell a un entorno tropical, reflejado en el musical que dirige George Stoll y que cuenta con la participación de nombres tan ilustres como Roger Edens, supervisor musical, Franz Waxman en la música incidental y George Bassman como orquestador. La partitura presenta una deliciosa influencia hawaiana, con el uso de ukeleles y guitarras. Sin embargo, la música no pierde su impulso rítmico y complementa perfectamente las rutinas de Powell.

‘La nueva melodía de Broadway’ (1940). Con temas de Cole Porter. La última película de Powell en MGM presenta la inolvidable ‘Begin the Beguine’ con Fred Astaire. Juntos les podemos ver interpretando uno de los bailes más hermosos de la historia de los musicales. Si bien Astaire toma la iniciativa en este número clásico, la música de Cole Porter no eclipsa el elegante solo de claqué de Powell. La melodía romántica de la canción le permite a Powell mostrar un lado más suave y lírico de su estilo.

La música de las películas de Eleanor Powell no era sólo ruido de fondo; era una parte integral de la narración. Los compositores entendieron el poder de crear una sinergia entre la música y la danza. El resultado es una colección de musicales atemporales que capturan a la perfección la energía electrizante y el espíritu lúdico del arte del claqué de Eleanor Powell.

Así que la próxima vez que veas una película de Eleanor Powell, presta mucha atención a la música. Descubrirás un tesoro escondido de melodías pegadizas y orquestaciones innovadoras que no solo preparan el escenario para sus deslumbrantes rutinas de baile, sino que también las elevan a una forma de arte.