Comenzó a aprender violonchelo con su padre a los 13 años. Con 20 años se había convertido en un profesional tocando en una orquesta sinfónica y una orquesta de teatro mientras continuaba estudiando música. Estudio composición y mientras tanto hacía arreglos para orquestas de teatro y bandas populares. En 1929 consiguió un trabajo en Hollywood como arreglista en Fox Studios. Después de un tiempo la Warner Bros lo contrató. Durante el siguiente periodo su trabajo principal fue orquestar las partituras de Max Steiner y Erich Wolfgang Korngold.

En los años 40, era un orquestador de prestigio, no solo en el mundo del cine, sino incluso entre la comunidad clásica, que normalmente veía con cierto desdén la música de cine. Como sucede hoy día, de forma puntual había tenido la oportunidad de ser el compositor de algunas bandas sonoras, como en la película; ‘Las aventuras de Marco Polo’ (1938). Pero era complicado dar el salto definitivo a la composición porque en la Warner Bros ya había grandes compositores (hoy no tendría problemas).

Su amistad con Alfred Newman hizo que este le consiguiera trabajo en 20th Century Fox. Lo cierto es que el peso y la influencia de Newman era tal que hasta productores como Samuel Goldwyn (Metro Goldwyn Mayer) tenían en cuenta sus recomendaciones. Y así fue como, aunque el gran director William Wyler, quería a Alfred Newman para hacer ‘Los mejores años de nuestra vida’ (1946), seleccionó a Friedhofer para componer la música. Y no pudo hacer mejor elección pues la banda sonora consiguió el Óscar de la Academia, y es sin duda una de las más importantes de la carrera de Friedhofer.

Su carrera mantuvo una trayectoria firme haciendo grandes partituras como en las películas de ‘Gilda’ (1946), con Rita Hayworth y Glenn Ford. ‘Juana de Arco’ (1948), con Ingrid Bergman, ‘Vera Cruz’ (1954), con Burt Lancaster y Gary Cooper. Y otra hermosa partitura para la película; ‘Tú y yo’ (1957), con Cary Grant y Deborah Kerr. En esta última contó con la inestimable colaboración de Harry Warren para la canción; ‘An Affair to Remember (Our Love Affair)’. Tema sobre el que Friedhofer construiría la banda sonora.

Su talento para la orquestación no tenía igual lo que explica por qué compositores como Steiner, Newman y otros le tuvieran tanto respeto y admiración. Cuando se le pidió en una entrevista que expusiera su oficio, Friedhofer explicó; “No es importante que la audiencia sea consciente de por qué la música los afecta, pero debe hacerlo. La música de cine se absorbe, se podría decir, por los poros. Una partitura debe relacionarse, debe integrarse con la trama de la película”.

David Raksin relata que una vez le preguntó a Friedhofer sobre su progreso en la música de la película «Juana de Arco», respondió: «¡Acabo de empezar con la barbacoa!». Durante una entrevista de Page Cook, el crítico de música de cine de la revista Films in Review, se le preguntó sobre su legado, sobre su lugar en el panteón de los dioses de la música cinematográfica. Friedhofer replicó: “Solo soy un gigante falso entre los pigmeos reales”.