Maurice Chevalier
Francia (1888 - 1972)
Maurice Chevalier fue un actor, cantante y artista de cabaret francés que alcanzó la fama internacional gracias a su carisma, su inconfundible acento francés y su elegante porte. Conocido por sus interpretaciones en el cine musical de Hollywood y sus emblemáticos números de cabaret, dejó una huella imborrable en la historia del espectáculo.
Desde joven mostró talento para el canto y la actuación. Su carrera comenzó en los cafés-concierto de París antes de alcanzar la fama en el cabaret y el teatro. Durante la Primera Guerra Mundial fue prisionero de guerra, pero logró aprender inglés, lo que le sirvió más adelante en su incursión en Hollywood.
Chevalier debutó en el cine mudo francés, pero su gran oportunidad llegó con el auge del cine sonoro en Hollywood. Su distintiva voz y su estilo encantador lo convirtieron en una estrella internacional. Algunas de sus películas más destacadas incluyen:
- ‘El desfile del amor’ (1929). Dirigida por Ernst Lubitsch, le valió una nominación al Oscar y consolidó su imagen como galán musical.
- ‘La viuda alegre’ (1934). Una comedia musical de Lubitsch donde desplegó su inigualable carisma.
- ‘Gigi’ (1958). Interpretó a Honoré Lachaille, cantando el inolvidable «Thank Heaven for Little Girls», una de sus canciones más célebres.
- ‘Can-Can’ (1960). Compartió pantalla con Frank Sinatra y Shirley MacLaine en este musical sobre el mundo del cabaret parisino.
- ‘Fanny’ (1961). Drama romántico basado en la trilogía de Marcel Pagnol.

Chevalier se destacó como intérprete de numerosas canciones que marcaron época, entre ellas:
- ‘Louise’ (1929). Popularizada en ‘El desfile del amor’, se convirtió en un clásico de su repertorio.
- ‘Mimi’ (1932). Tema alegre y romántico que define su estilo.
- ‘Valentine’ (1925). Una de sus primeras grandes canciones en Francia.
- ‘Thank Heaven for Little Girls’ (1958). De la película Gigi, su tema más icónico.
- ‘I Remember It Well’ (1958). Dúo con Hermione Gingold en Gigi.
Maurice Chevalier fue pionero en la transición del cine mudo al sonoro y en la internacionalización de los artistas franceses en Hollywood. Su estilo desenfadado, su galantería y su característica inclinación de sombrero se convirtieron en su sello personal. Además, fue una gran influencia en la evolución del cine musical, abriendo camino a artistas europeos en el cine estadounidense. Reconocido por su elegancia y su optimismo, Chevalier se mantuvo activo hasta su retiro en los años 60. Recibió un Oscar honorífico en 1959 por su contribución al cine y la música.




