Un sonido con precisión orquestal, donde el jazz coquetea con lo clásico, lo cinematográfico y lo íntimo. Ese era Patrick Williams. Compositor, arreglista, director y mentor, él no solo iluminó imágenes, las dotó de corazón y swing. Su talento se sintió en el celuloide, en la TV… y en la sala de clases.

Patrick Moody Williams se graduó en Historia por Duke University en 1961 y luego estudió composición y dirección orquestal en la Columbia University. Su pasión temprana por la música lo convirtió en uno de los arreglistas más solicitados en Nueva York antes de dar el salto definitivo al cine y la TV, mudándose a Los Ángeles en 1968.

Su crónica de éxitos incluye más de 65 películas, 100 telefilms, 25 series de televisión, 19 álbumes y 30 obras de concierto. Desde ‘The Mary Tyler Moore Show’ y ‘Colombo’ hasta miniseries como ‘Jewels’, ‘Jesus’ y ‘Blonde’. Un compositor con capacidad para adaptarse con elegancia a géneros múltiples.

Algunas de sus obras

• ‘Breaking Away’ (1979). Oscar-nominación por su tratamiento musical con espíritu mendelssohniano y rossiniano.
• ‘An American Concerto’ (1977). Jazz y sinfónico en fusión elegante; nominado al Pulitzer.
• ‘Gulliver’ (1986). Poema sinfónico con texto de Larry Gelbart y narración de Sir John Gielgud; otra nominación al Grammy.
• ‘Suite Memories’ (trombón y orquesta). Galardonado con un Grammy.
• Grandes obras como ‘Threshold’, ‘Too Hip for the Room’, ‘Tenth Avenue’ y ‘Sinatraland’, clásicos del big band contemporáneo.

Williams fue un camaleón: sintió el jazz en el pulso del swing, lo sinfónico en la elegancia orquestal, una narrativa musical donde cada compás habla del corazón. Sus influencias —desde Debussy hasta Stravinsky— se filtraban con originalidad, sin opacar su voz. Su estilo era expresivo, adaptable, emocional… un verdadero arte de acompañar sin restar ni un paso de libertad.