Sid Ramin
Estados Unidos (1919 - 2019)
Cuando suenan los compases de ‘West Side Story’, todos pensamos en Leonard Bernstein. Pero si afinamos el oído, hay otro nombre que palpita detrás de cada acorde, cada ritmo sincopado y cada explosión de color orquestal: Sid Ramin. Maestro del arreglo, arquitecto sonoro del teatro y el cine musical, Ramin fue uno de los orquestadores más influyentes del siglo XX. Con un estilo elegante, preciso y lleno de vitalidad, Sid Ramin ayudó a definir el sonido de Broadway en el cine, y su legado sigue resonando en cada partitura que combina sofisticación y alma popular.
Desde muy joven mostró un agudo sentido musical moldeada por la escucha constante, la observación atenta y una intuición natural para el ritmo y la orquestación. Asistió a la Boston Latin School y más tarde al conservatorio de su ciudad natal, pero gran parte de su aprendizaje real lo obtuvo en el campo de batalla: los estudios de grabación, las salas de ensayo y los platós de TV.
Ramin comenzó su carrera musical en la radio y la televisión, donde trabajó como arreglista para varios programas populares en los años 40 y 50. Su gran oportunidad llegó cuando fue llamado para colaborar con Leonard Bernstein en la orquestación de ‘West Side Story’, primero en Broadway (1957) y más tarde en su adaptación cinematográfica (1961). Esa colaboración no solo marcó el inicio de su vínculo con el cine, sino que lo catapultó como una figura clave en el engranaje musical de Hollywood. Fue una época en que orquestadores como él eran esenciales para traducir las ideas de los compositores en música real para orquesta.
Aunque ‘West Side Story’ es sin duda su trabajo más conocido, Ramin participó en otras producciones de renombre como ‘Juego de pijamas’ (1957), ‘La reina del Vaudeville’ (1962) y ‘Un beso para Birdie’ (1963). En todas ellas su trabajo como orquestador fue crucial para dar forma al dinamismo sonoro del musical cinematográfico.
Sid Ramin era un orquestador versátil, pero siempre fiel a un principio: la música debe servir a la emoción. Su estilo se caracterizaba por su claridad estructural, un uso inteligente del color orquestal, y una gran capacidad para alternar entre lo íntimo y lo espectacular. Dominaba tanto las cuerdas como los metales, y sabía cuándo dejar respirar la melodía y cuándo envolverla con capas de dinamismo.
No era un compositor sinfónico al uso, pero su dominio de la forma y su sentido dramático eran propios de un narrador musical de alto nivel. Aunque trabajó dentro del musical tradicional, no dudaba en incorporar elementos del jazz, el pop o el folclore latino cuando la escena lo pedía. En ese sentido, fue un pionero del hibridismo musical, capaz de combinar géneros sin perder coherencia narrativa.
Ramin recibió el Premio Óscar a la Mejor Banda Sonora Adaptada por ‘West Side Story’ (1961), junto a Johnny Green, Saul Chaplin e Irwin Kostal. En 2016, fue incluido en el Songwriters Hall of Fame, un honor que reconoce no solo a compositores, sino a arreglistas cuya influencia ha sido crucial para la cultura musical del siglo XX.
Sid Ramin fue el clásico hombre detrás del telón. Sin él, el espectáculo habría sonado muy distinto. Su influencia perdura en el respeto por la orquestación artesanal, y en la importancia de la colaboración entre compositor y orquestador.