Simon & Garfunkel

Paul Simon (1941) Art Garfunkel (1941)

Dos voces, una generación. Simon y Garfunkel no fueron simplemente dos jóvenes con guitarras y voces celestiales en los años 60. Fueron cronistas de una época convulsa, trovadores modernos capaces de convertir la introspección en himno. Aunque su carrera no se centró exclusivamente en la música de cine, su impacto en el séptimo arte es incuestionable. Este viaje sonoro explora cómo Paul Simon y Art Garfunkel, con sus armonías precisas y letras profundas, dejaron una marca inolvidable también en las pantallas.

Se conocieron en la escuela primaria en 1953. Influenciados por los Everly Brothers, comenzaron a cantar juntos desde adolescentes, adoptando inicialmente el nombre artístico de Tom & Jerry. Su primer pequeño éxito, ‘Hey, Schoolgirl’, llegó cuando tenían apenas 16 años. Sin embargo, la magia real surgió cuando comenzaron a combinar la guitarra rítmica y la lírica aguda de Paul con la voz etérea y armoniosa de Art.

Aunque no cursaron estudios musicales formales intensos, ambos absorbieron influencias de poetas, filósofos y músicos que darían forma a su estilo lírico y musical. Simon, particularmente, desarrolló un oído excepcional para estructuras melódicas y progresiones armónicas no convencionales.

Su colaboración con el director Mike Nichols en ‘El graduado’ (1967) marcó un punto de inflexión. Nichols utilizó sus canciones como si fueran parte de la estructura narrativa misma, especialmente ‘The Sound of Silence’ y ‘Scarborough Fair’. Y de forma especial; ‘Mrs. Robinson’. Canciones que se convirtieron en leitmotivs emocionales de la película.

Simon & Garfunkel

Este enfoque fue revolucionario: no eran canciones escritas para la película, pero encajaban tan perfectamente que inauguraron una nueva manera de entender la relación entre cine y música popular.

Simon y Garfunkel se caracterizan por un equilibrio casi perfecto entre lo melódico y lo poético. Sus composiciones suelen partir de la guitarra acústica, con arreglos mínimos pero precisos, y armonías vocales impecables. La voz de Garfunkel, angelical, sirve de contrapunto a la expresividad más terrenal de Simon. La manera en que ‘El graduado’ utilizó sus canciones sentó las bases para futuras colaboraciones entre músicos pop y cineastas.

Simon y Garfunkel transformaron la sensibilidad musical de una generación. Paul Simon es el cerebro compositivo, el narrador inquieto y experimental. Art Garfunkel, el intérprete puro, la voz cristalina que eleva cada palabra al plano espiritual. Juntos, fueron más que un dúo: fueron una banda sonora viviente de los años 60 y 70, cuyas canciones han traspasado generaciones y géneros.