Jack Cunningham (Ben Affleck) es una ex estrella del baloncesto de la escuela secundaria que desde entonces ha caído en una vida de alcoholismo y desesperación después de soportar una devastadora tragedia personal. Jack, que ahora trabaja como trabajador de la construcción y está separado de su esposa, vive una vida solitaria y autodestructiva. Su antigua escuela secundaria, le pide que entrene a su equipo de baloncesto en dificultades. A pesar de su desgana inicial, Jack asume el papel, encontrando un sentido de propósito y un camino hacia la redención mientras lidera al heterogéneo equipo hacia el éxito y al mismo tiempo enfrenta sus propios demonios.

La música de Simonsen es la columna vertebral emocional de la película y guía al espectador a través del viaje de dolor y redención del protagonista. Las cuerdas y el piano se utilizan de manera destacada para transmitir el peso emocional de la película, mientras que las sutiles texturas electrónicas añaden un toque contemporáneo. La orquestación está cuidadosamente diseñada para respaldar la narrativa, y cada instrumento contribuye al estado de ánimo general. Lo que, junto con las técnicas de producción proporciona una gran riqueza a la partitura.