William Walton

Reino Unido (1902 - 1983)

Provenía de una familia musical. Su padre era un músico de formación, además de organista de iglesia y director de coro. Y educó a su hijo en este arte. Su madre había sido cantante profesional. Así que no era extraño que, desde niño, comenzara con el piano y el violín, a la vez que participaba como cantante en el coro de su padre. 

En 1912, con diez años, su voz excepcional le valió un lugar en la Christ Church Cathedral Choir School en Oxford. El decano de la escuela, cultivó su progreso y, a los doce años, William estaba componiendo obras corales, canciones y música para órgano. 

Durante los años veinte trabajó de forma incansable escribiendo obras y conciertos. Su primer éxito importante vino con su Concierto para viola (1929), que fue escrito a instancias de Sir Thomas Beecham para el virtuoso de la viola Lionel Tertis. Walton recibió elogios de la crítica y siguió con otra obra maestra de su canon, la cantata coral masiva Belshazzar’s Feast (1931). 

El compositor obtuvo dos nominaciones al Oscar de la Academia por;

  • Mejor banda sonora original;
    • ‘Enrique V’ (1944)
  • Mejor banda sonora original;
    • ‘Hamlet’ (1948)
William Walton
William Walton
El compositor con la actriz Vivien Leigh y su esposa

Entonces se le solicitó que proporcionara su primera banda sonora para el drama; ‘Mi vida para ti’ (1935). Aquella experiencia no fue suficiente para desviarlo de la sala de conciertos. Sería en 1935 cuando haría su primera sinfonía con un gran reconocimiento. Después de esto compuso la música de varias películas. Durante la guerra el gobierno le asignó la tarea de escribir música para películas de propaganda británicas. 

1944 resultó ser un año de ruptura para Walton cuando fue seleccionado para componer la banda sonora de la adaptación de Laurence Olivier de Henry V de Shakespeare. Partitura que le supuso una nominación al Premio de la Academia (ese año ganaría el Oscar Friedhofer, con la banda sonora del film; ‘Los mejores años de nuestra vida’, 1946).

En 1948 escribió la banda sonora de una nueva adaptación de Hamlet de Shakespeare, que le supondría la valió su segunda y última nominación de la Academia de Hollywood (es año sería Brian Easdale por su composición en ‘Las zapatillas rojas’). 

A lo largo de su carrera centraría su principal atención en la música clásica realizando sinfonías y grandes conciertos con un gran reconocimiento.