Ángel Illarramendi Larrañaga
Zarautz, Gipuzkoa (1958)
Ángel Illarramendi es un compositor reconocido por su versatilidad y emotividad en el ámbito de la música de cine, además de su obra en el ámbito sinfónico y de cámara. Su estilo musical se caracteriza por una fusión de influencias clásicas, románticas y modernas, con un lenguaje melódico muy expresivo y un uso magistral de las cuerdas y los timbres orquestales. Illarramendi ha creado bandas sonoras para películas españolas e internacionales, además de componer música de concierto.
A los 6 años, inicia sus primeros pasos en la música, cantando en diversos festivales del País Vasco. A partir de los 11 años compone sus primeras canciones, tocando la guitarra de forma autodidacta. Mientras, estudia solfeo y piano. Con 16 años inicia los estudios de armonía, contrapunto, fuga y composición en el Conservatorio Superior de Música de San Sebastián.
En 1978 graba su primer disco en donde, además de canciones, incluye sus primeras piezas instrumentales. En 1981, finalizados sus estudios musicales, inicia una breve pero fructífera colaboración como profesor y compositor en la debutante Escuela Vasca de Teatro «Antzerti». Escribe la música de varias obras escénicas, así como sus primeras bandas sonoras y sus primeras obras concertistas, a la vez que imparte clases de armonía en diversas escuelas de música. A partir de los años 90 comienza a trabajar como compositor para el cine.
La música de Illarramendi en el cine se distingue por su capacidad para enriquecer la narrativa, reforzando los matices emocionales sin caer en excesos. Su lenguaje melódico está profundamente influenciado por los compositores clásicos y románticos, como Brahms y Ravel, pero con un enfoque contemporáneo que lo hace accesible y memorable.
Además de su trabajo en el cine, Illarramendi ha compuesto un extenso repertorio sinfónico y de cámara. Algunas de sus obras incluyen «Cuarteto para cuerda», «Concierto para piano y orquesta», y varias piezas corales que han sido interpretadas en festivales internacionales.
El estilo de Illarramendi combina elementos clásicos con una sensibilidad moderna, creando obras de gran belleza y profundidad. Es particularmente hábil en el uso de las cuerdas para expresar melancolía y esperanza, cualidades que han resonado en una audiencia amplia, tanto en España como en el extranjero.
Lluvia en los zapatos (1998)
Comedia romántica con toques de fantasía dirigida por María Ripoll. La película sigue la historia de Víctor (Dougray Scott), un actor en crisis cuya vida amorosa y profesional están patas arriba. Víctor está devastado después de arruinar su relación con su novia Sylvia (Lena Headey), quien decide dejarlo tras descubrir su infidelidad.
En medio de su desesperación, Víctor tiene un encuentro inesperado con dos misteriosos ancianos que le ofrecen una segunda oportunidad para corregir sus errores. De forma mágica, Víctor retrocede en el tiempo al momento en que tomó las decisiones que lo llevaron a perder a Sylvia. Armado con el conocimiento de lo que sucederá, intenta enmendar sus fallos y recuperar el amor de su vida.
La banda sonora, realza la narrativa emocional y la atmósfera de la película. Esta comedia romántica con tintes fantásticos, dirigida por María Ripoll, utiliza la música como un vehículo para explorar los temas de arrepentimiento, segundas oportunidades y las complejidades del amor.
Illarramendi, junto con Fuster y Mendo abordan la banda sonora con sensibilidad melódica para construir paisajes sonoros ricos y evocadores, combinando elementos del clasicismo europeo con un enfoque contemporáneo, lo que le permite crear una música emocionalmente resonante pero accesible. La partitura da énfasis a melodías expresivas y arreglos orquestales que realzan el carácter humano de la historia.
Música que se caracteriza por una melodía cálida y expansiva que utiliza instrumentos de viento madera y cuerdas en pizzicato para transmitir tanto la fragilidad como la esperanza del amor, aportando un sentido de intimidad y ternura.
Las cuerdas son predominantes, con pasajes que varían desde líneas melódicas líricas hasta texturas más tensas y dramáticas. Los vientos madera aportan delicadeza y ligereza en escenas más optimistas, mientras que los metales y la percusión se utilizan con moderación para subrayar momentos de clímax emocional o tensión narrativa. El piano juega un papel central en la partitura, a menudo como solista, brindando una cualidad íntima y reflexiva que conecta al espectador con las emociones internas de los personajes.
Banda sonora
- You’d Give Anything In The World To Put It Right? (00:05)
- Show Me The Way (04:00)
- Sebe Allah Y ‘E (04:45)
- Nyanama (06:28)
- All I Ever Wanted (04:13)
- Brigadier Sabadi (04:43)
- Damn Your Eyes (04:06)
- Wanna Be Loved (04:05)
- Spark Up (02:56)
- Friens Are Friends (05:28)
- Nostalgie Amoureuse (05:11)
- Cupids Archery (03:10)
- The Man With Rain In His Shoes (01:38)
Departamento musical
El departamento musical estaba compuesto del siguiente equipo de personas, además de músicos solistas, músicos de la orquesta etc.
Ángel Illarramendi | Compositor |
Luis Mendo | Compositor |
Bernardo Fuster | Compositor |
Pepe Fernández | Músico |
Francisco Gude | Músico |
David De La Torre | Músico |
Ángel Ortiz | Músico |
José Penas | Músico |