Durante un ataque a una manada, un huevo se separa y termina con la posesión de un grupo de lémures. Los lémures cuidan este huevo y la criatura joven que nació de él, a la que llaman Aladar. Cuando los meteoritos golpean la Tierra, Aladar y su familia deben abandonar su tierra natal. Lejos de casa y tan cerca del peligro como siempre, se encuentran con un gran grupo de dinosaurios. Todos juntos intentan llegar a los nidos, pero no será fácil.

En la década de los noventa Disney había conseguido llegar hasta lo más alto consiguiendo grandes reconocimientos por sus películas muy bien acompañadas de las bandas sonoras. Muchas de ellas escritas por Alan Menken. Casi todas ellas tenían algo en común; estaban llenas de canciones. Incluso en la banda sonora del film; ‘Mulán’ (1998) que escribió Jerry Goldsmith, se incluía una canción interpretada por Christina Aguilera con el tema ‘Reflection’. Sin embargo, en esta ocasión Disney apostó por una banda sonora que no incluyera ninguna canción. A pesar de ello fue una composición magnífica.

James Newton Howard escribe una partitura muy elegante y a la vez dulce y agradable. Muy bien adaptada con los personajes del film. Sonidos, instrumentos, voces, ritmos. Todo ello con un solo propósito; hacer que la melodía se adapte como un guante a la película. Es evidente que Howard hizo un magnífico trabajo.