
JFK: Caso abierto
JFK (1991)
Banda sonora
En 1963, el mundo quedó paralizado por el asesinato del presidente John F. Kennedy en Dallas, Texas. Años después, el fiscal de distrito de Nueva Orleans, Jim Garrison, comienza a sospechar que la versión oficial del crimen —según la Comisión Warren— oculta una compleja red de conspiraciones. Lo que empieza como una investigación marginal se convierte en una obsesión que lo enfrenta al gobierno, a los medios de comunicación y a poderosos intereses ocultos.
Dirigida por Oliver Stone, JFK: Caso Abierto es un intenso thriller político basado en hechos reales, que reconstruye con precisión milimétrica y ritmo de suspenso judicial una de las teorías más controvertidas del siglo XX. Kevin Costner encarna a un Garrison tenaz y determinado, que desafía la narrativa oficial en busca de una verdad enterrada bajo capas de silencio, mentiras y miedo.
Más que una película sobre un crimen, JFK es una reflexión profunda sobre el poder, la manipulación de la información y la fragilidad de la democracia cuando la verdad queda en manos equivocadas.
El director Oliver Stone quiso ofrecer un lienzo emocional para que uno de los más grandes compositores del siglo XX, John Williams, pintara con música las tensiones, sospechas y obsesiones que recorren cada rincón de esta historia. Esta banda sonora no es solo un acompañamiento: es una fuerza narrativa que penetra el alma del espectador, una red de sonidos que subraya el laberinto de verdades a medias y secretos de Estado que envuelven el asesinato de John F. Kennedy.

La música de ‘JFK’ se aleja de las fanfarrias heroicas o la magia orquestal que tanto se asocia con Williams. Aquí, el compositor se adentra en territorios densos y sombríos, combinando el lenguaje del thriller político con elementos del drama histórico. El estilo está profundamente arraigado en el minimalismo emocional, con tintes de suspense clásico y una sensibilidad casi psicológica. La música no busca respuestas, sino que plantea preguntas, reflejando el caos, la paranoia y la búsqueda incansable de la verdad del fiscal Jim Garrison.
La orquestación, como en muchas obras de Williams, es magistral. Pero en ‘JFK’, el uso de cuerdas tensas, metales sombríos y una percusión discreta pero inquietante domina el paisaje sonoro. Se suman intervenciones sutiles de piano, fagot y clarinete bajo que evocan misterio e introspección. La atmósfera se construye con capas de texturas más que con melodías expansivas: es un entramado cuidadosamente calculado para sostener la tensión narrativa sin robar protagonismo visual.
En ‘JFK’, Williams emplea varios leitmotivs, aunque de forma menos explícita que en otras obras. Hay un motivo principal, de carácter sombrío, que representa la búsqueda de la verdad: una progresión melódica descendente, casi como un suspiro de decepción o revelación. También hay un tema más heroico y contenido, asociado a Garrison, que aparece en momentos clave, simbolizando su convicción en medio de un entorno cada vez más hostil.
La música guía emocionalmente al espectador a través de una historia laberíntica. En un filme donde la estructura narrativa es fragmentada y llena de flashbacks, la partitura actúa como una especie de brújula que orienta las emociones. Las cuerdas marcadas y tensas elevan la sensación de urgencia y peligro, mientras que los momentos más líricos —pocos, pero significativos— ofrecen respiros de humanidad en medio del caos.

La sincronización entre música e imagen es impecable. Cada entrada y salida está calculada con precisión quirúrgica, logrando que la música nunca abrume ni distraiga. En su lugar, actúa como una sombra emocional que acompaña al espectador sin que siempre se perciba de forma consciente. Williams construye un paisaje sonoro que se siente omnipresente, pero nunca intrusivo.
‘JFK’ representa una de las obras más oscuras y contenidas de Williams. A diferencia de ‘E.T.’, ‘Indiana Jones’ o ‘Star Wars’, aquí no hay grandes temas ni momentos épicos. En su lugar, encontramos una introspección musical que recuerda a sus trabajos para ‘La lista de Schindler’ o ‘Munich’. Es una muestra de la versatilidad del compositor, capaz de adaptarse a cualquier tono sin perder su identidad.
Banda sonora
- Prologue (04:01)
- The motorcade (05:15)
- Drummers’ salute [The Royal Scots Dragoon Guards] (02:56)
- Theme from JFK (02:24)
- Eternal father strong to save (for those in peril on the sea) (01:19)
- Garrison’s obsession (02:34)
- On the sunny side of the street [Sidney Bechet] (04:25)
- The conspirators (04:06)
- The death of David Ferrie (02:48)
- Maybe September [Tony Bennet] (04:04)
- Garrison family theme (02:14)
- Ode to Buckwheat [Brent Lewis] (03:55)
- El Watusi [Ray Baretto] (02:42)
- The witnesses (02:47)
- Concerto #2 for horn and orchestra K.417: I Allegro maestoso [Wolfgang A. Mozart] (06:29)
- Arlington (06:29)
- Finale (03:14)
- Theme from JFK (reprise) (02:22)
Departamento musical
El departamento musical estaba compuesto del siguiente equipo de personas, además de músicos solistas, músicos de la orquesta etc.
Compositor, director y orquestador | John Williams |
Trompeta | Tim Morrison |
Orquestador | John Neufeld |
Editor | Kenneth Wannberg |
Oboe | Tom Boyd |
Copista | Tom Brown |
Piano | Gloria Cheng |
Orquestador | Alexander Courage |
Preparación | Daniel Gold |
Preparación | Jim Hoffman |
Trompeta | Malcolm McNab |
Orquestador y supervisor | Arthur Morton |
Clarinete | John Moses |
Orquestador | Thomas Newman |
Trompa | James Thatcher |
Violonchelo | Sebastian Toettcher |
Flauta | Louise Di Tullio |