Conor MacLeod (Christopher Lambert), nacido en Escocia en el año 1518, va descubriendo poco a poco que pertenece a una casta de hombres «inmortales», destinados a luchar entre sí a lo largo del tiempo, y que solo pueden ser asesinados por decapitación completa. Cuando un inmortal decapita a otro, el sobreviviente recibe una transferencia de poder llamada «aceleramiento» y, finalmente, después de que todos los inmortales hayan luchado hasta que solo quede uno con vida, el último sobreviviente recibirá «el premio» de un inmenso conocimiento sobre la naturaleza del universo. 

Después de recibir entrenamiento y educación del noble español Ramírez (Sean Connery), un compañero inmortal y amigo, MacLeod se abre paso gradualmente a la década de 1980 en Nueva York, donde vive bajo la identidad supuesta de un comerciante de antigüedades llamado Russell Nash. Sin embargo, una serie de decapitaciones en la ciudad pone a MacLeod en contacto con la detective del Departamento de Policía de Nueva York Brenda Wyatt (Roxanne Hart) y, lo peor de todo, con el malvado e inmortal Kurgan (Clancy Brown), quien no se detendrá ante nada para reclamar el premio.