Cuando en sus inicios el cine empezó a convertirse en un fenómeno social, se vio la necesidad de crear o despertar el interés en la gran pantalla presentando un pequeño ‘resumen’ de las películas que en siguientes fechas se emitirían (también se han usado por mucho tiempo los posters y los carteles). Aquellos trailers (o remolcados, porque se emitían al final de una película; Trailer = Remolque) eran muy diferentes en su continente (como es obvio), no en su contenido, de los que ahora se producen, pero su objetivo era el mismo. Hoy, las tecnologías, el márketing y los intereses comerciales moldean este género, que son pequeñas obras de arte cinematográfico.
El primer tráiler que se conoce se produjo en 1913, para promocionar un musical (otros dicen 1912) La primera agencia de publicidad cinematográfica fue NSS (National Screen Service) que empezó su andadura del ‘Trailer’ en 1919. Dicha agencia producía un tráiler independientemente del estudio o productora.