Sus primeros trabajos fueron como director musical en teatros. También tocaba el órgano como fondo de las películas mudas. En 1936 Disney lo escogió para trabajar, primero en cortometrajes y finalmente para el cine, escribiendo la música de ‘Dumbo’ (1941) su primera obra importante.
Aunque seguiría siendo el compositor principal de Disney para los cortos durante las décadas de los cuarenta y cincuenta (incluyendo algún documental), han sido sus composiciones para la gran pantalla las que recordamos con más cariño.
Oliver Wallace