Todos hemos visto alguna de las muchas versiones de la historia de Robin Hood. Como el rey Ricardo Corazón de León de Inglaterra fue llevado cautivo por Leopoldo V, duque de Austria, cuando regresaba de la Tercera Cruzada. Lamentablemente, su encarcelamiento proporciona un pretexto para que su traicionero hermano, el príncipe Juan, usurpe el trono.

Como miembro de la élite normanda gobernante, comienza un reinado de terror y opresión de los sajones nativos, aumentando los impuestos supuestamente para rescatar la libertad de Richard, pero en realidad el dinero fluye a sus arcas personales para su propio enriquecimiento.

Solo un noble tiene la conciencia para oponerse a semejante tiranía, el caballero sajón Sir Robin de Locksley. En una cena en la corte, declara audazmente que hará todo lo que esté en su poder para oponerse a Juan y restaurar a Ricardo en el trono. Por esta afrenta, John emite una orden de arresto. Después de todas las fantásticas aventuras de sus personajes la película tiene un final feliz. ¡Como tenía que ser!