Gabriel Yared

Líbano (1949)

Gabriel Yared nació y vivió en el Líbano durante los primeros dieciocho años, donde alternó sus estudios con la música por su cuenta, practicando en el órgano y leyendo el repertorio gracias a la biblioteca musical de la escuela. Fascinado ante todo lo que escuchaba se decidió a aprender las técnicas de composición, a través de la música clásica.

En la década de los 60 trabajaba por las noches en los clubes de jazz de Río de Janeiro. Durante los 70, Yared comenzó a colaborar ​​como compositor y orquestador. Ya en los 80 la mayor parte de su tiempo estaba dedicada a la composición de bandas sonoras para el cine.

Yared ha dicho alguna vez con respecto a su metodología de trabajo: ‘No tengo un sistema fijo, ningún método específico. El trabajo varía, dependiendo de los temas, dependiendo de los individuos. Pero lo importante para mí es leer el guion, mi relación con el director y paso a paso, con el montador, el mezclador. Aunque soy más flexible, sigo siendo riguroso en mi enfoque de escritura, mi investigación temática, contrapuntística y armónica. Del mismo modo, cuando un coreógrafo me pide que escriba una partitura para su ballet, leo el libreto y me sumerjo en el espíritu de la obra para restaurar todo un universo… Por supuesto, me encantaría algún día tener tiempo para escribir una ópera…’

Francia, su país de ‘adopción’, le abriría las puertas al mundo de las bandas sonoras, donde ha trabajado en muchas películas (además de Estados Unidos).

Su gran éxito como compositor vendría de la mano del director Anthony Minghella con la película ‘El paciente inglés’ (1996). Película muy premiada. Entre los reconocimientos estuvo su banda sonora, que obtuvo el Óscar a la mejor banda sonora original. Desde entonces ha realizado numerosas composiciones en películas como ‘Ciudad de Ángeles’ (1998), ‘Mensaje en una botella’ (1999), ‘Cold Mountain’ (2003), etc.

También ha escrito música para danza y dice: «Me encanta componer para coreografías de danza. Más que para el cine, este medio satisface mis necesidades de componer para la ilusión, la imaginación. Mientras que el cine comunica su mensaje esencialmente a través de la imagen y la el diálogo, el ballet en cambio se inspira en la música, de ahí nace la coreografía, la música es a menudo fuente de danza y de movimiento”. 

Gabriel Yared

El paciente inglés

‘The English Patient’ (1996).

El compositor, de origen libanés, aprovechó sus orígenes para ofrecer una música, nada convencional, que entremezcla los sonidos del oriente medio con la música orquestal a la que estamos acostumbrados.

Es una partitura pausada y melancólica que intenta transmitir el dolor y la soledad de un recuerdo pasado que ya no puede volver y que lo único que puede esperar es un triste final.