Algún tiempo después, Loewe comenzó a frecuentar un local nocturno de NY de la época, «The Lambs Club», frecuentado por gente de teatro, productores, directores, etc.
Una noche, se encontró con Alan Jay Lerner. Loewe se acercó a él y le dijo: «Entiendo que escribas letras». Lerner respondió: «Bueno, entiendo que escribes música». A partir de entonces decidieron colaborar. Dicha relación fue muy constructiva para ambos que comenzaron a realizar trabajos en equipo y a lograr reconocimientos. Hasta que llegaría su primer gran éxito en 1947: ‘Brigadoon’. El musical sería llevado a la gran pantalla en 1954 con una participación de lujo; Gene Kelly y Cyd Charisse.
Por fin Loewe había encontrado la ‘tecla’ del éxito, con 47 años. En 1952, llevaría otro gran estreno a Broadway: el musical ‘La ley de la ciudad sin nombre’ (su estreno en el cine fue en 1969). Y en 1956; ‘My Fair Lady’, uno de los musicales más importantes de la historia de Broadway (se presentó en la gran pantalla en 1964).
La web oficial del compositor explica una anécdota. Durante el primer año del éxito de ‘My Fair Lady’, Loewe se acercaba a las personas que dormían en la acera para comprar una entrada y les ofrecía tazas de café. Sorprendidos le preguntaban; ‘¿Por qué haces esto?’ ‘Porque yo soy el compositor’, respondía. ‘¡Sí, claro!, … ¡Y yo soy el rey de Dinamarca!’. Nunca le creyeron.
El siguiente trabajo de Loewe y Lerner fue: ‘Camelot’ (1960). El musical contaba con un impresionante elenco de estrellas; Richard Burton y Julie Andrews, etc. El musical sería llevado al cine en 1966 con Richard Harris, Vanessa Redgrave y Franco Nero
Loewe decidió entonces retirarse. Tenía 60 años. Algunos años después, su compañero de ‘viajes’, el escritor de las letras; Lerner le enseñó el libro ‘El Principito’, de Antoine de Saint-Exupery. Fritz se enamoró de la historia y comenzó a trabajar en la nueva producción a los 71 años. Loewe y Lerner crearon un guion y una partitura. El musical se estrenó en el cine en 1974.